¿Qué pasa con tu cerebro al momento de morir?

Hasta hace poco, se pensaba que una vez que el corazón dejaba de latir, el cerebro simplemente se apagaba. Sin sangre que lo nutriera con oxígeno y glucosa, se asumía que su actividad cesaba casi de inmediato. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado un panorama más complejo y fascinante.
Aunque estudiar el momento exacto de la muerte es éticamente y técnicamente complejo, se han documentado casos que ofrecen pistas reveladoras.
El doctor Luis B. Tovar y Romo, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, explicó que el cerebro humano, aunque representa solo el 2% del peso corporal, consume el 20% de la energía del cuerpo. Esta energía proviene del ATP (trifosfato de adenosina), que se produce gracias al suministro constante de oxígeno y glucosa. Al interrumpirse este flujo, las neuronas comienzan a fallar, pero no de inmediato.
Por unos instantes, ciertas neuronas aún pueden responder a los neurotransmisores, lo que genera una actividad eléctrica breve pero intensa, detectable incluso en electroencefalogramas. En casos de reanimación tras un paro cardíaco, algunos pacientes describen experiencias vívidas: luces, encuentros con seres queridos, sensaciones de trascendencia. Esto podría explicarse como una especie de “sueño perturbado”, resultado del desequilibrio químico y eléctrico provocado por la falta de oxígeno.